Mis 5 imprescindibles de la comida china

He mencionado en más de una ocasión que la comida china, al menos la que estoy degustando, en uno de los aspectos de mi vida en este lugar que más me está convenciendo. Es por ello por lo que quiero dedicar la primera entrada en exclusiva a la atrayente gastronomía china.

Para empezar, me gustaría aclarar que por aquí no hay rastro de lo que en España conocemos como comida china (rollitos de primavera, arroz tres delicias, pollo al limón, etc.). Existe, por supuesto, la salsa agridulce, pero nada que ver con esa especie de “liquidillo” rojo – transparente que se puede ver en España. Por el contrario, lo que sí he probado aquí es una jugosa salsa agridulce protagonista del «tang cu li ji»; si me pusieran un chusco de pan aquí apuraría el plato hasta decir basta. No ponen pan, pero sí arroz, el cual no suelen cobrar y que también sirve para apurar la salsa.

Sin más dilación, paso a exponer a continuación mis 5 imprescindibles de la comida China. Quiero poner el énfasis en el “mis”, ya que supongo que con la variedad culinaria que hay en China mis 5 platos elegidos pueden distar fácilmente de los 5 de otro “compatriota”:

 

  1. “Pao mo” (泡馍)

Este plato, que ya mencioné en la entrada dedicada a Xi’an, solo he tenido el gusto de degustarlo un par de veces, pero ha sido más que suficiente para que se gane el primer puesto de la lista. Esta exquisita sopa con carne de cordero y pan (que absorbe la sopa) se puede encontrar, por ejemplo, en cualquiera de las calles principales del barrio musulmán de Xi’an. No sé si en China en general, pero en Xi’an es obligatorio probarlo si pasas por aquí.

IMG-20150427-WA0031
Antes de servirlo suelen poner, al menos donde yo lo he comido, un plato con salsa picante y otro con dientes de ajo «dulces», por decirlo de algún modo, supongo que para que vayas picando.

 

2.   Pinchos de cordero

Que en las calles del barrio musulmán encuentres cada X metros cubos repletos de pinchos vacíos no es casualidad; hay multitud de puestos con parrillas improvisadas donde puedes pedir algunos pinchos para ir comiendo mientras te diriges a otro puesto de comida. Sensacionales, y también obligatorio pedir alguno si pasas por allí. En el comedor del campus también suelen servir pinchos, así que me sirven para ir quitándome el mono hasta que vuelvo al centro de la ciudad.

IMG_20150424_194100
Cubo lleno de pinchos vacíos.
IMG_20150424_194413
Pinchos y más pinchos, otro obligatorio si pasas por aquí.

 

3.   Jiao zi (餃子)

Lo que en inglés conocemos como dumplings, servidos con una sopa fría para que la textura sea aún más jugosa, y que a mí me sirve para no quemarme la boca, ya que se sirven bastante calientes. Se trata de unas especies de empanadillas rellenas de carne (normalmente de ternera), champiñones… Perfectas para comerlas sentado al terminar la jornada en Xi’an.

IMG-20150427-WA0046
Lo que se ve a la izquierda es un poco de picante por si quieres echarle. El plato de abajo es la sopa fría que he mencionado.

 

4.   Pan de pita con cordero

Otro de los manjares que he tenido la suerte de probar ha sido esta especie de bocadillo, con formar de kebab (salvando las distancias) y relleno de carne de cordero. A simple vista puede resultar seco si no se acompaña de una bebida, pero la carne es tan jugosa que hace que los bocados adquieran la justa medida para degustar sin problema. En la mayoría de los puestos donde servían este bocata siempre había colas de gente, señal de su éxito.

De esto olvidé echar alguna foto, pero vendría a ser algo así (prometo que lo que yo comí tenía mejor pinta, pero es lo más parecido que he encontrado en Internet).

 

5.   El mítico «tang cu li ji» (糖醋里脊), junto con el resto de comida de Sichuan.

Entre los restaurantes que se amontonan en los alrededores del campus los protagonistas, sin duda, son los restaurantes de comida de Sichuan (región china). Y entre todos los platos que podemos encontrar en ellos, este es sin duda mi favorito. Ya he hablado en otra entrada de él (y puse una foto sacada de Internet), pero merece obligado comentario en una entrada como esta. Junto a este plato también me quedo con el pato, del que no suelo dejar ni la cabeza.

IMG-20150502-WA0001
Ese plato de color rojo oscuro del que Cristina está metiendo mano (o palillos, mejor dicho) es el «tang cu li ji». Los otros dos creo recordar que era tofu frito con verduras y el otro carne de pollo con verduras y cacahuetes o algo así… Lo que importa es que están riquísimos.
IMG_20150418_205153
A la izquierda el pato, en el centro un revuelto de carne de pollo con verduras y algo de picante y a la derecha berenjenas, que no sé cómo están hechas, pero están exquisitas. Todo se acompaña con el plato de arroz.

 

También quiero hacer una especial mención a la comida del campus. Ya he dicho en más de una ocasión que hay mucha variedad, pero el que más suelo repetir es algo así:

IMG_20150417_125029
Un plato generoso de fideos chinos, carne, verduras, cacahuetes, acompañado de la sopa… Perfecto para antes de empezar la jornada de clase.

Si la comida china me sigue sorprendiendo como lo lleva haciendo hasta ahora es muy posible que mis 5 imprescindibles cambien de aquí a un tiempo, sobre todo cuando empiece a recorrerme el país. Y a que esto ocurra puede ayudar, por ejemplo, que los lectores más instruidos en este arte y que lleven un tiempo considerable por aquí sigan recomendándome platos. En cuanto a Xi’an me quedo sobre todo con esto de lo que he probado por ahora, pero está claro que aún queda mucho que recorrer, y que comer.

 

Zài jiàn! (再见)

En la gran ciudad: primer contacto

Como ya adelanté en la entrada anterior, el fin de semana pasado recibí la especial visita de mi hermano, también profesor de español y residente en Shaoxing, a un par de horas en avión de Xi’an. El plan fue el típico recibimiento en el aeropuerto, con también típico retraso chino, por lo que cuando no podía aguantar más el hambre que me apremiaba hice algo muy muy chino: comprarme una cajita de “noodles”, dirigirme hacia el también típico grifo de agua caliente, prácticamente obligatorio para los chinos (no es casualidad que en todas partes, incluido en mi casa, haya un calentador de agua), y esperar a que estuvieran listos. Por cierto, la comida china merece varias entradas aparte; es uno de los apartados culturales que más me está gustando.

IMG_20150411_162220
Una cajita de noodles junto a un termo que me he comprado; aquí no hay persona que no vaya con su termo a clase, al trabajo… Le estoy cogiendo el gusto a eso de ir a dar clase con mi té verde con miel, mano de santo para no desgastar la garganta.

Una vez con el señor Paco Vázquez en Xi’an, nos dirigimos automáticamente, casi sin parar en el hostal, al barrio musulmán (ya hablaré acerca de las religiones en China), a meternos entre pecho y espalda numerosos y sabrosos pinchitos, no recuerdo ahora si de cordero o de ternera (cerdo no, por supuesto, estando donde estábamos). Y sí, nos quedamos en un hostal, ya que el campus está a alrededor de una hora en bus de Xi’an centro, por lo que teniendo en cuenta lo económico que salen los hostales por aquí no merecía la pena el viajecito, además de que lo propio era exprimir al máximo las horas que estuviéramos juntos.

Billar 1
Hostalito con vistas a la Torre de la Campana, con billar incluido… No más de 10 euros por cabeza.

Esta fue la primera toma de contacto con la ciudad, con una calle del barrio musulmán engañosamente vacía, ya que eran cerca de las 1 de la mañana (al día siguiente nos íbamos a enterar). Ahora tocaba descansar, para despertar inmersos en un auténtico ambiente festivo chino, y es que justo ese fin de semana tocaba uno de los tantos puentes que tiene el calendario en China, ¡y luego dicen que a los españoles no nos gusta trabajar!

Calle 2
Esta es la típica foto de «se busca español desaparecido en China».

Desde las 11 de la mañana, saltándonos el desayuno, empezamos a meterle mano a las maravillas culinarias de cada sitio por el que íbamos parando; desde el primer momento mi hermano me dejó claro que él venía a hacer turismo gastronómico, y yo que se lo agradezco. Algunas muestras:

Calle 1
Uno de los tantos puestos de comida. Véase la mujer con el pañuelo musulmán… De no ser por los carteles en chino no parece que estés en China.
Comida 1
Para denominar a este plano en chino me tendrá que ayudar mi hermano, pero es algo así como una sopa con verdura y carne de ternera, cojonuda, y con su cacho de pan para mojar a lo español.
Comida 2
Esta sopa absorbida por pequeños trozos de pan, lo que acompañado de carne de cordero hacía que este plato fuese otra de las maravillas del fin de semana.
Comida 3
Caras de felicidad esperando los platos.

Pero no todo iba a ser tragar como limas, por lo que excepto el mausoleo de los archiconocidos Guerreros de Terracota (eso lo dejo para más adelante, con más calma) visitamos la mayoría de puntos emblemáticos de esta histórica ciudad: la Torre de la Campana, la Torre del Tambor, la Pequeña Pagoda de la Oca (hay otra que es la Grande, pero no nos dio tiempo a visitarla) y el parque colindante… También nos dejamos la muralla de Xi’an, una de las que mejor se conservan y que rodea a todo el centro de la ciudad, pero había que pagar para pasear por ella, mucha gente esperando… Así que la vimos por fuera y también la dejamos para otro día que no sea puente.

IMG_20150404_154316
Cristina en el parque alrededor de la Pequeña Pagoda de la Oca. Se puede observar el mal tiempo que nos acompañó.
Turismo 1
Torre del tambor, del siglo XIV.
Turismo 2
Al fondo la torre de la campana, con una espectacular iluminación.
Turismo 3
A duras penas se divisa la Pequeña Pagoda de la Oca, levantada en el siglo VII (la Grande vendrá en otro momento).

Por otro lado, aprovechando que tenía a mi vera a una persona que lleva nada menos que 5 años en China, me lo llevé a visitar el campus para que me enseñara qué sitios podían estar bien para comer cerca de mi casa más allá del baratísimo comedor del campus. Menos mal que lo hice, porque pude descubrir mi, hasta el momento, plato favorito chino: 糖醋里脊 “tangcu liji”, que se resume en una deliciosa carne de pollo bañada en salsa agridulce… Un imprescindible de la gastronomía china, en un restaurante especializado en comida de la región de Sichuan.

Foto sacada de Internet, porque con el ansia no me acordé de echar una foto al plato.

Esto supone un simple esbozo de lo que supuso este gran fin de semana, del que pueden salir varias entradas aparte: Gastronomía, Religión, Historia… Lo que quiero reflejar es que supuso un primer acercamiento a lo que será mi vida durante los siguientes meses, del que no tengo ninguna pega; ni siquiera la cantidad ingente de personas que tuvimos que ir sorteando, aderezado con el mal tiempo que tuvimos la mala suerte de soportar, empañó el cúmulo de sensaciones que experimenté.

Zài jiàn!