Hoy voy a hablar de uno de los puntos más visitados de los alrededores de Xi’an: el monte Hua (Huashan, 华山), un enorme entorno natural formado por cinco grandes picos montañosos (de unos 2000 y pico metros de altitud), siendo el pico del este el más alto y, por ejemplo, el elegido por la mayor parte de gente para ver el amanecer, que es lo que hice yo.
Situado a algo menos de una hora en tren, y considerado como una de las cinco montañas sagradas de China según la religión taoísta, también es conocido mundialmente por ser considerado una de las montañas cuya escalada resulta más peligrosa. Cuando hablo de escalada no me refiero a colocarse un arnés y a subir en vertical, sino a atravesar tramos de escalones como estos:
Aunque creo que lo más peligroso es atravesar puntos como este:
Tengo que decir que yo no pasé por ese tramo; iba con un grupo de estudiantes y ellos decidieron la ruta a seguir. Además, creo que por la noche ese tramo está cerrado.
Pensaba que el motivo principal de escalar por la noche era llegar al pico este para ver la salida del sol, pero mucha gente también elige esta opción para no poder ver realmente todo lo que hay debajo y lo peligroso que puede resultar, sobre todo si a alguien le impresiona la altitud o tiene cierto miedo a las alturas (si eres una de esas personas no digas que no te avisé). No es casual que junto al ticket también te den un papelito a modo de seguro, que sencillamente dice que si te pasa algo tú eres el responsable por haber decidido entrar al recinto sabiendo de qué se trata.
Escalar por la noche también tiene algo de metafórico, ya que después de unas 5 – 6 horas de subida sin cesar resulta muy gratificante encontrarse con imágenes como esta:
Quiero recalcar eso de las 5 – 6 horas de subida, y ese fue el tiempo en mi caso tratándose de gente joven y acostumbrada a hacer deporte; si no es así el tiempo puede ser mayor. Por otro lado, este es un lugar al que recomiendo a toda la gente que considere que está preparada para estar varias horas sin parar de subir y subir, si no es así puede que prefieras quedarte a mitad de camino, donde también podrás disfrutar de muy buenas vistas, pero quizá no como estas:
Ahora la información para futuros viajeros: se puede ir en bus (que tarda 2 – 3 horas), pero lo suyo, y lo que hice yo, es coger un tren rápido en la estación de Xi’an norte y plantarte en Huashan en 40 minutos. (por unos 100 yuanes ida y vuelta). Una vez allí un taxista puede llevarte a comprar los tickets y a la puerta de entrada (el taxi unos 20 yuanes, la entrada 180, “casi ná”, pero merece mucho la pena). Al acabar toda la ruta tendrás que bajar en teleférico, que vale otros 100 yuanes. Supongo que también se puede bajar andando, pero bajar todo eso que has subido tiene que ser una auténtica odisea, sobre todo teniendo en cuenta que acabas de subirlo.
Como todo viaje en general, una vez que sales de tu casa sabes que no vas a parar de gastar, pero eso es algo con lo que se cuenta en cada viaje. Además, con el cambio a 6,9 yuanes por cada euro estamos hablando de que por unos 50 euros vas y vienes desde Xi’an, coges un taxi, entras y te pegas la escalada padre y bajas en el teleférico disfrutando de unas vistas asombrosas:
Lo que SÍ es propio de China a la hora de viajar es el caos que se puede producir solo para comprar un billete. Pongo el ejemplo que viví a la hora de comprar el ticket del teleférico: 3 ventanillas de venta, pero no 3 filas de gente, sino una gran masa de gente que no dudará en colarse o en empujarte para conseguir su entrada antes que la tuya. Esto es algo que no había vivido hasta ahora, porque hasta el momento solo había visitado lugares más conocidos como el mausoleo de los guerreros de terracota, donde al ser más visitado por occidentales y ser uno de los puntos clave de China supongo que lo tendrán todo más organizado. No sé si es porque es un lugar menos visitado por occidentales… No sé realmente por qué, solo sé que por un momento pensé en rendirme, salirme de la jauría y esperar en un lugar apartado hasta que todo se tranquilizase. Pero no, los que me conocen saben que soy una persona bastante cabezota y que no iba a salir de allí sin mi ticket, y así fue, aunque no con menos sufrimiento. De esto no tengo foto, porque no tenía espacio para sacar las manos del bolsillo y hacerla.
De lo que sí tengo foto fue de los momentos previos, y es que si por algo merece la pena ser un chino más en momentos así es por sentirte parte, aunque solo sea por un momento, de lugares como este, de paisajes realizados por el mayor escultor, el mayor arquitecto jamás conocido: la naturaleza.
«Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven.»
Un califa en Xi'an (ahora en Shenzhen) 