Razones por las que alguien NO podría vivir en China

En la entrada anterior dije que en la próxima entrada iba a hablar de mi excursión a las montañas de Cuihuashan, pero he tenido un momento de inspiración leyendo algunos foros y tal he pensado en algunas razones por las que una persona cualquier no aguantaría mucho tiempo en China. En mi opinión, China es un lugar maravilloso para vivir y trabajar, pero conozco algunos casos de personas que no durarían ni dos rollitos de primavera en este país.

• En primer lugar, si eres de esas personas “delicadas” con la comida ni lo intentes, no vengas; China no es tu sitio. Me refiero a ese tipo de personas que suelen dar muchas vueltas a lo que se van a comer (sobre todo si es nuevo) e investigan cada rincón del plato… China es un país de una variedad gastronómica asombrosa, y las comidas suelen incluir un gran abanico de recetas en una misma mesa. Para muestra un botón:

En esta foto estábamos prácticamente acabando, pero lo común es esto, pedir una gran variedad de platos que pueden abarcar: pescado, carne, verdura, tofu, algo de picante…

Así pues, si eres de ese tipo de personas a las que no le apasiona ampliar su repertorio de comidas ni poner a prueba su paladar, repito, hay muchos otros países en el mundo. Ojo, que esto no quiere decir que la comida sea un punto negativo, al contrario, China es un país donde cada vez que voy a comer fuera parezco un niño pequeño al que llevan al parque de atracciones.

• Si eres demasiado escrupuloso y no aguantas, por ejemplo, escuchar a pocos metros, y con cierta frecuencia, a una persona indagando en sus entrañas para, a continuación, soltar un escupitajo más grande que tu cabeza, lo dicho, este no es tu sitio. Aquí la gente, en especial los hombres, no se lo piensan dos veces a la hora de vaciar su faringe, así que si no te importa este punto eres bienvenido, pero si por el contrario eres demasiado escrupuloso con estos temas… No estarás muy cómodo aquí. Además, a la hora de ir a un baño público, te recomiendo que vayas concienciado de que quizá te lo puedes encontrar «no muy higiénico» por decirlo de algún modo. Ah, y para las mujeres: espero que tengan buenas rodillas para ponerse de cuclillas, ya que no suele haber retrete «estándar».

Perdón si da asquete, pero no todo aquí es color de rosas… A veces hay que sacar también la mierda, y nunca mejor dicho.

• Por otro lado, hay un dicho por ahí que dice que uno conoce tantos países como lenguas habla. En China, si eres capaz de vivir en esa burbuja extranjera en la que no te hace falta hablar chino para nada, en especial si vives en ciudades como Pekín o Shanghai, bienvenido, aunque puede que gastes, como mínimo, el doble de tu presupuesto (lo occidental suele pagarse caro). Pero puede que prefieras contarle a tus nietos que viviste la experiencia china “de verdad”, aunque para eso deberás armarte de paciencia e ir aprendiendo chino poco a poco, practicando en la calle, riéndote de tus propios errores… Y puede que lo pases un poco mal. Por mi parte, mi nivel de chino aún es algo paupérrimo, pero me lo tomo bien; sé que será fruto de mucho esfuerzo y de mucha paciencia, pero también sé que algún día podré hablar más de 10 minutos cara a cara con un chino, y ese es uno de mis objetivos principales aquí. Pero, amigo, si no estás dispuesto a esforzarte por ser “un chino más”… Ni te molestes en tramitar tu visado.

A vueltas con el «putonghua».

• Este punto va para ti, hipocondríaco, persona cuya preocupación por su salud es, como mínimo, ligeramente superior a la media. China es un país caracterizado por la contaminación, en especial en las grandes urbes, y aunque yo he tenido la suerte de ir a parar a un lugar con unos niveles decentes (sí, “he tenido la suerte”, porque lo mismo que estoy aquí podría estar en la otra punta de China) puede que esto no sea para siempre y dentro de un tiempo me “fichen” en Pekín, por ejemplo, un lugar que no tendría nada que ver. A ver quién me dice las 7 diferencias:

Yo a lo de «Sensación de vivir» a pocos kilómetros de Xi’an.

Esto lo mismo es Shanghai por la torre que se ve al fondo.

Yo me considero una persona con mano izquierda para estos temas, pero si eres de esas personas que no se comen un yogurt cuando ha pasado un día desde su fecha de caducidad… Puede que aquí le des demasiadas vueltas a la cabeza. O eso o sales todos los días con mascarilla a la calle.

• Y casi me olvido del punto más importante. Familia, amigos… No estás en Francia o en Alemania, donde coges un avión y te plantas en pocas horas en la puerta de tu casa prácticamente… Amigo, estás a más de 24 horas del cocido de tu madre, de las tostadas con tomate y jamón picadito. Querido expatriado, estás lejos, muy lejos, y si no tienes lo que hay que tener y asimilas que vas a volver con suerte una vez al año, definitivamente este no es tu sitio. Yo tengo la suerte de trabajar en la enseñanza, profesión caracterizada por largos periodos vacaciones, así que, bueno, si vuelvo una vez al año lo hago con un mínimo de 30 días de vacaciones, lo que me servirá para cargar pilas y volver a China, y tengo otras vacaciones casi igual de largas en invierno que puedo aprovechar para viajar, pero conozco a gente con vacaciones más cortas, por lo que necesitarán ser aún más fuertes.

Vuelvo a subir esta foto para avisar de que si no te gustan las aglomeraciones y te agobias en el metro de Madrid… ¡Huye, insensato!

Por cierto, hablando de distancia, especial mención a que esta semana es mi cumpleaños y lo pasaré lejos de casa. Lo que me salva es que estoy contentísimo con mi trabajo, con el entorno y con todo lo que me rodea aquí, así que pasaré un cumpleaños feliz, diferente, y sabedor de que es un año más, que sin duda estará protagonizado por nuevas experiencias y la construcción de un futuro prometedor, de eso no me cabe duda.

Un viaje de mil millas comienza con un paso. 

千里之行﹐始于足下